Cuando llego a la oficina un lunes por la mañana, me resulta imposible predecir el tipo de situaciones a las que me voy a enfrentar en la semana. Cada cliente es diferente, con sus propias circunstancias familiares, sus propios objetivos para el futuro y sus propios medios financieros, y eso es lo que hace que sea tan satisfactorio.

Mi función consiste en obtener una perspectiva integral del patrimonio de una persona o familia, recurriendo a los asesores de clientes y a los especialistas en asuntos fiscales, sucesión e inversión cuando sea necesario. Aunque el procesamiento de datos numéricos es fundamental para hacer mi trabajo, comprender los objetivos, las necesidades y los deseos del cliente es crucial para una planificación financiera eficaz.

Tres acciones principales que se deben hacer

Entender el funcionamiento de un plan financiero

En primer lugar, un plan financiero es una visión de conjunto de su situación financiera actual que tiene en cuenta todos los tipos de activos. En segundo lugar, el plan actúa como una hoja de ruta que marca algunos de los hitos que podrían incidir en su vida a corto, mediano y largo plazo. Puede simular los efectos financieros de sus decisiones, ya sea la jubilación anticipada, el retiro de fondos de pensión, el matrimonio, la venta de un negocio o el nacimiento de otro hijo. También suele contener sugerencias de mejora y optimización. Por último, le sirve de base para conocer su capacidad de riesgo a la hora de invertir.

Definir objetivos claros

Los clientes suelen empezar el proceso de planificación preguntándome cómo hacen otras personas para fijar objetivos o afrontar acontecimientos de la vida como la jubilación o la financiación de la educación de sus hijos. Aunque esto puede ser útil, tendrá que forjar su propio camino considerando los deseos y las ambiciones de su familia dentro de unos plazos concretos. Sin objetivos claros, le costará definir una estrategia financiera coherente a largo plazo, y su patrimonio y su situación general podrían verse afectados por ello.

Ser realista

Aunque muchos clientes poseen en realidad más riqueza de la que creen, no es raro que la gente subestime los medios necesarios para mantener su estilo de vida actual a largo plazo. A menudo se sorprenden de lo que gastan y desearían haber empezado el ejercicio antes. Cuando los ingresos aumentan, la gente tiende a gastar más en lugar de ahorrar más, lo que puede ser arriesgado si no se controla. Por último, también hay quienes creen que necesitan mantener la mayor parte de su patrimonio hasta bien entrada la jubilación para sentirse financieramente seguros, aunque sepan que no pueden llevárselo. Aunque se trata de una forma de pensar muy humana y comprensible, es importante ser realista sobre la cantidad de riqueza necesaria para vivir una vida cómoda.

Tres acciones principales que no se deben hacer

No postergarlo

Si deja la planificación financiera para más adelante, podría perder plazos u oportunidades importantes, por ejemplo, la optimización fiscal del retiro de fondos de pensión. Cuanto antes empiece a fijarse objetivos y a poner en marcha un plan, antes estará tranquilo. Recuerde que un plan financiero es una base sólida para planificar su sucesión, ya sea mediante el traspaso de propiedades o a través de la creación de estructuras patrimoniales para sus seres queridos. Si tiene miembros de la familia repartidos por todo el mundo, la planificación oportuna es aún más crucial, ya que la planificación patrimonial involucra múltiples jurisdicciones, cada una con su propia legislación fiscal y sucesoria.

No olvidarse de revisar

La planificación financiera no es un ejercicio que se haga una sola vez. ¡Ojalá fuera tan sencillo! Es un proceso continuo que debe ser adaptado a los cambios que se produzcan en sus circunstancias o en el marco legal o económico de su país. A medida que transcurre su vida, es posible que adquiera nuevos activos y, al hacerlo, asumiría el riesgo de exposición en una o más clases de activos. Puede ser difícil ver la necesidad de diversificar el portafolio sin tener un panorama completo de su patrimonio.

No dejar a su pareja al margen

No hace falta decir que cada familia gestiona sus finanzas a su manera. Dicho esto, cuando se trata de la planificación financiera, suele ser mejor comunicarse de forma abierta, honesta y regular para que todos estén en sintonía y se sientan seguros sobre el futuro. Esto es importante, en particular, cuando se trata de parejas que no están casadas o que mantienen una relación no reconocida legalmente. Asegúrese de comprender las normas legales de su país de residencia en cuanto a familia y matrimonio y las posibles consecuencias en caso de incapacidad o muerte.

Organizar su vida con objetivos claros en el marco de un plan financiero puede ser una tarea intimidante para muchas personas, pero una vez que el plan está en marcha, se habrá dado el primer paso hacia un futuro libre de cargas financieras.

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