Navegar por el mundo de la inversión puede ser complicado. En tiempos de turbulencia, es aún más difícil encontrar un criterio de inversión de sólido. Los adagios comunes pueden ser útiles, pero también engañosos. En este artículo de «Explicación de los mercados», analizamos en detalle cómo se sostienen los principios de inversión cuya eficacia ha sido probada a lo largo del tiempo.

Lema de inversión n.º 1: «Hagamos una operación rápida».

El chiste habitual en Wall Street es que «toda inversión a largo plazo es una operación a corto plazo que salió mal...»

Las operaciones a corto plazo dependen únicamente de la suerte y sus probabilidades de ganar son aproximadamente las mismas que si jugara en un casino (50 %). En promedio, el mercado de valores nos recompensa por nuestra paciencia (en torno al 8 % anual en Estados Unidos).

Mi opinión: La clave está en tener un horizonte temporal lo suficientemente largo.

Lema de inversión n.º 2: «Vende en mayo y vete».

«Vende en mayo y vete», que significa vender en mayo y regresar al mercado en noviembre, no es una directriz útil, considerada tanto desde un punto de vista estadístico como teórico.

Estadísticamente, si bien es cierto que el periodo mayo-octubre presenta un rendimiento inferior al de noviembre-abril, el rendimiento absoluto sigue siendo positivo, pero esto no funciona de manera sistemática (y desde luego no está funcionando en 2020).

En teoría, es incluso peor. Si vender en mayo tuviese sentido realmente, los inversionistas inteligentes deberían anticiparse a la presión de las ventas de mayo y empezar a vender en abril, de modo que el dicho se convertiría en «vende en abril y vete». Por extensión, seguiríamos vendiendo siempre un poco antes.

Mi opinión: Asegúrese de evitar las decisiones irracionales y no haga caso a este lema.

 

Lema de inversión n.º 3: «Vamos a darle cobertura a un portafolio para el corto plazo».

Implícitamente, esto significa esperar el mejor momento del mercado para una corrección que es, en esencia, imposible de hacer.

Para buscar cobertura, generalmente tiene dos alternativas:

  1. La venta de futuros es fácil de poner en práctica y no conlleva costos adicionales. Sin embargo, estaría renunciando a cualquier alza potencial.
  2. Al comprar opciones de venta , su potencial alcista sigue siendo ilimitado, pero debe pagar una prima.

Surgen dos grandes problemas:

  1. La mayoría de las coberturas serán imperfectas. Si vende futuros del S&P500, estaría cubriendo perfectamente su portafolio solo si los posee en términos de activos, y no hay muchos inversionistas en esa situación. Esto puede dar lugar a resultados no deseados, en los que sus activos pueden bajar pero el S&P500 sube. Usted pierde en ambos casos.
  2. Necesita que el momento sea perfecto, no solo al iniciar la cobertura, sino también al cerrarla. Sin embargo, cerrarla en el momento más bajo del mercado, cuando todo el mundo entra en pánico y el flujo de noticias es horrible, es lo más difícil de hacer.

Mi opinión: La cobertura a corto plazo es más entretenida que efectiva, con la única excepción de la cobertura de divisas, dado que es un aspecto importante de la gestión de riesgos. Además, podría tener más sentido dejar la cobertura de futuros a los inversionistas institucionales (ya que estos no pueden reducir su asignación en renta variable). En cuanto a las opciones, la estrategia más atractiva parece ser la venta de «puts» (opciones de venta) para acceder a una acción o la venta de «calls» (opciones de compra) para recoger los beneficios. ¡Simple y eficaz!

En el mundo actual, es difícil filtrar el ruido por completo. Los proverbios de inversión desentonados prevalecen, y puede parecer que sirven de orientación. Sin embargo, siempre es mejor pensar si estos lemas siguen siendo válidos.

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