Esta situación está lejos de ser la primera sacudida del bitcoin
Aunque muchas personas son conscientes de la reciente caída masiva del valor del bitcoin y otras criptomonedas y del incidente de 2018, es importante recordar que esta no ha sido «la única sacudida» por la que ha pasado el bitcoin en sus más de 12 años de historia. En tres ocasiones, o casi cada cuatro años, las criptomonedas más destacadas experimentaron una caída del 75 % o más entre sus máximos y mínimos. La renta variable solo ha experimentado una caída semejante en todo el siglo pasado, tras el pico de 1929 que coincidió con el inicio de la Gran Depresión. Por supuesto, la renta variable tampoco ha mostrado la tasa de crecimiento anual compuesto del bitcoin durante los últimos 12 años, ni en ningún periodo de 12 años durante el último siglo. Al 4 de enero de 2022, la caída máxima actual del bitcoin se sitúa en torno al 30,5 %.

Aunque el reciente descenso es ciertamente llamativo en términos de dólares, históricamente hablando no tiene nada de especial en términos porcentuales. Lo más importante es que el bitcoin no solo ha mostrado un perfil de rentabilidad extremadamente alto, sino que lo ha hecho con niveles de riesgo muy elevados y con caídas temporales significativas, lo que vuelve a poner de manifiesto el mensaje de que «no hay barra libre». Casi siempre existe una fuerte relación entre el riesgo y el beneficio. Cualquier inversión que tenga el potencial de obtener un rendimiento fenomenal está vinculada casi obligatoriamente a niveles de riesgo aterradores.

Los gráficos de descenso son gráficos pesimistas en el sentido de que solo se centran en la parte baja. Le informan sobre las caídas de los precios en comparación con los picos anteriores y le cuentan la historia de la frecuencia y la magnitud de las correcciones de los precios. También responden a la pregunta sobre qué habría pasado en el peor de los casos, si un inversionista hubiera comprado en el pico absoluto y vendido en el mínimo absoluto.

¿Por qué el bitcoin es tan extremadamente volátil?
El bitcoin sigue una política monetaria muy clara y predefinida. En la actualidad, el crecimiento de la oferta es siempre positivo y pequeño y, en el futuro, disminuirá de forma constante hasta llegar a cero. La oferta no tiene realmente un fuerte impacto en la volatilidad del bitcoin. Está impulsada casi totalmente por el factor de la demanda de la ecuación, y como el bitcoin no está vinculado a ningún valor del mundo real, el factor demanda es casi por completo el resultado del sentimiento del mercado. El sentimiento del mercado, a su vez, es el reflejo de la historia en la que los participantes del mercado depositan más fe. Por este motivo, no es de extrañar que las declaraciones de importantes reguladores o incluso los tweets de personas famosas, como Elon Musk, puedan tener implicaciones significativas en el precio del bitcoin y, por lo tanto, hacer que la criptodivisa sea extremadamente volátil.

Durante 2017, la historia dominante era: «La cadena de bloques podría cambiar todas las facetas operativas de las empresas. ¡Tenemos que comprar criptoactivos ahora mismo!» y, como resultado, el valor del bitcoin se multiplicó por 20. Cuando la historia pasó a ser: «Dónde están todos los usos prácticos revolucionarios prometidos; tal vez la cadena de bloques no es el futuro», el precio cayó de alrededor de 20 mil a aproximadamente 3500 dólares. Si avanzamos en el tiempo, la historia se convirtió en: «Los bancos centrales están trastornados. Están imprimiendo dinero en un esfuerzo por paliar los efectos del coronavirus. Necesitamos refugiarnos en el bitcoin para protegernos de la inflación», y volvimos a ver la revalorización masiva del precio. La reciente preocupación por la prohibición de las criptomonedas como medio de pago en China y los cuestionamientos sobre el impacto medioambiental hicieron que el péndulo de la percepción volviera a estar en territorio negativo. Como resultado, el precio ha oscilado fuertemente a la baja.

Aunque el sentimiento futuro es casi imposible de predecir, es probable que el bitcoin reaccione con fuerza y, por lo tanto, siga mostrando niveles de volatilidad que hagan que la renta variable de los mercados emergentes parezca domada en comparación.

¿Qué significa esa volatilidad desde la perspectiva de la clase de activo?
Los enormes niveles de volatilidad exhibidos por el bitcoin ponen de manifiesto su fracaso como moneda de reserva de valor. Pocas personas quieren utilizar para las transacciones cotidianas un método de pago que tiene oscilaciones de valor tan amplias como el bitcoin. La estabilidad de precios es uno de los pilares más importantes para una moneda y el bitcoin nunca ha sido capaz de conseguirla en sus más de 12 años de historia. No hay pruebas sólidas que apunten a una mayor estabilidad de los precios en el futuro.

Sin embargo, los elevados niveles de volatilidad no tienen por qué ser algo malo cuando se aborda el tema desde el punto de vista de la inversión. Los operadores a corto plazo tienden a inclinarse por instrumentos con cifras de volatilidad elevadas. Los inversionistas a largo plazo podrían sentirse atraídos por una clase de activo que aún no ha entrado de lleno en la corriente dominante de la gestión de inversiones, que tiene una configuración estructural completamente diferente a la de instrumentos tradicionales como las acciones y los bonos, y que hasta ahora ha tenido un rendimiento bastante bueno, incluso después de ajustar los enormes niveles de volatilidad. El CIO de Julius Baer, Yves Bonzon, ha destacado que las alta cifras de volatilidad en el ámbito de las criptomonedas pueden verse como el precio a pagar por aprender, aprovechar posibles oportunidades a largo plazo y, lo que es más importante, evitar perder el impacto potencial de otros activos en su portafolio.

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