Esta notable transformación viene impulsada principalmente por la caída de las tasas de fertilidad y mortalidad en todo el mundo, los grandes avances en tecnologías y ciencias médicas, y el acceso a un desarrollo industrial que promueve a los individuos y su estilo de vida. Nuestro tema de inversión de «Cambios en el estilo de vida» tiene por objeto identificar los retos y las oportunidades que se derivan de este cambio demográfico crucial.

Longevidad
La longevidad prolongada es una de las tendencias demográficas más poderosas que están moldeando nuestro futuro. En 1950 había unos 130 millones de personas de 65 años o más en todo el mundo. En 2015, el tamaño de este grupo de edad se había quintuplicado hasta alcanzar los 600 millones de personas. Según las Naciones Unidas, esa cifra aumentará hasta casi 1600 millones en 2050.

Aunque el inicio y el ritmo de esta transición demográfica varíen por países y regiones en función de las condiciones locales específicas, tanto el total de la población humana como la proporción de personas mayores son parámetros que crecen de forma estable. No solo vivimos más, sino que nuestra salud también es mejor que la de los adultos de generaciones anteriores. Dicho de otro modo, vivimos más y mejor. No cabe duda de que un fenómeno social tan notable animará a más gente a participar de forma más activa en la economía mundial y a hacer mayores contribuciones a su comunidad local y la sociedad en general. Por lo tanto, es importante aprovechar las oportunidades relacionadas con el dividendo de longevidad que aporta el auge de la marea humana. Ese podría ser uno de los relatos predominantes del siglo XXI.

Salud digital
El envejecimiento de la población y la mayor incidencia de las enfermedades crónicas están haciendo crecer los costos médicos en todo el mundo a un ritmo cada vez más insostenible, con la consiguiente alarma de las partes interesadas del sector, como contribuyentes, proveedores y productores. Con el fin de mantener bajos los costos y seguir prestando una atención de alta calidad a los clientes, la adopción de las tecnologías digitales podría transformar el sector de la salud en las próximas décadas. La atención médica ya no se limitará a la consulta del médico, sino que, gracias a la tecnología, incluirá el propio hogar, el lugar de trabajo o un destino vacacional.

Genómica
En vista de que existen unas 6000 enfermedades sin tratamiento en el mundo, los avances médicos en el campo de la genómica podrían ayudar a descubrir los misterios de estas dolencias a nivel molecular y a aumentar las esperanzas de encontrar curas personalizadas para los pacientes. Ya se puede vislumbrar una salud del futuro en la que se gestionen mejor las enfermedades, la vida humana dure más y los tratamientos médicos se personalicen en función de los rasgos genéticos únicos de cada persona, en vez de seguir el mismo enfoque para todos los pacientes. De hecho, la ciencia genética está revolucionando nuestro concepto de la salud. Por ejemplo, podrían surgir numerosas innovaciones médicas en cuanto a la enfermedad de Alzheimer y el cáncer que habrían sido impensables hace tan solo una década.

Sin dudas, nos encontramos en un momento importante en la historia de la salud, ya que cada descubrimiento en el campo de la genómica nos acerca a la medicina de precisión. La combinación de rápida caída de los costos de secuenciación del genoma y un poder de computación cada vez mayor implica también que no solo seremos capaces de comprender mejor que nunca el código genético humano, sino que estaremos mejor preparados frente a amenazas de salud presentes y futuras. La genómica nos parece un elemento indispensable de la salud del futuro, pero reconocemos que existen riesgos relacionados con la promulgación de nuevas normativas basadas en consideraciones de ética y privacidad.

Vida saludable
Nuestro bienestar personal depende en gran medida del estado de nuestra salud. Por eso, los sabios del mundo antiguo siempre propugnaban la importancia del arte de seguir un estilo de vida que combine la forma física y la salud con las relaciones y el bienestar emocional. Y desde la antigüedad, la vida saludable sigue teniendo la misma importancia. No obstante, el estilo de vida moderna plantea cada vez más exigencias y han aumentado las enfermedades crónicas y otras dolencias. De hecho, el bienestar físico y el bienestar mental son dos componentes esenciales de la salud en general. Las personas no solo pueden verse debilitadas por problemas físicos crónicos, como trastornos cardiovasculares, diabetes, hipertensión y obesidad debido a una alimentación poco saludable y la falta de ejercicio, sino también por la problemas mentales. Por lo tanto, es inevitable que el hecho de que la gente viva mejor y más feliz tenga profundas implicaciones para la economía y la sociedad.

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