¿Podría decirnos qué la llevó a convertirse en un inversionista de impacto?
Desde muy joven comencé a interesarme mucho por el mundo que me rodeaba. Además de ello, me di cuenta de que me encontraba en una posición especial con la que no me sentía a gusto. Esto hizo que mi vida fuera algo complicada y cuando era niño soñaba con ser como mis amigas. Odiaba venir de un entorno diferente. No es que me sintiera diferente, pero luchaba y hacía un gran esfuerzo para no ser vista como una niña mimada de una familia rica. Mi padre entendió mis inquietudes y me enseñó la importancia de la filantropía y la responsabilidad que los más afortunados tienen frente a la sociedad.

Cuando era joven no entendía nada de negocios, pero comprendía la importancia de la responsabilidad. Durante muchos años, la responsabilidad no era más que una necesidad interior, un valor en mi vida personal. Pero aún tenía que encontrar la manera de poner en práctica mi percepción de la responsabilidad. Cuando cumplí 50 años decidí profundizar aún más en el tema de la filantropía y dar luego mis primeros pasos formales en el terreno de la inversión de impacto. Elegí este enfoque en lugar de la filantropía, lo que me ayudó a mantener las dos cosas separadas. Siempre intento desempeñar un papel en las organizaciones en las que me involucro, en lugar de solo limitarme a aportar dinero. Para mí, esto es tan importante en la filantropía y en la inversión de impacto.

¿Cuál podría ser el estímulo para que el movimiento de inversión de impacto desarrolle su potencial?
Creo que el sector financiero tiene la oportunidad de convertirse en un motor de la innovación, pero, de momento, no está aprovechando todo su potencial. Veo posibilidades de aprovechar la energía de este movimiento. Muchas personas tienen la intención de involucrarse, quieren crear más impacto con su patrimonio, pero no saben cómo hacerlo, buscan ayuda y orientación para dar sus primeros pasos. Invertir puede ser un proceso difícil ya de por sí, pero la inversión de impacto –para hacerlo de manera correcta– requiere una comprensión aún mayor. No debería importar si se dispone de grandes o pequeñas sumas para invertir, ya que todo tiene un impacto, pero es necesario disponer de una buena orientación en todos los niveles de capacidad financiera.

Para las personas interesadas en este campo, ¿por qué es este el momento de involucrarse y cómo encontró usted su camino particular?
Durante demasiado tiempo hemos ignorado la fragilidad de nuestro entorno y ahora está claro que la humanidad no podrá sobrevivir a menos que hagamos cambios significativos. Todos tenemos un papel que desempeñar, todos tenemos una responsabilidad. Por mi parte, mejorar el impacto de todas mis actividades es un proceso continuo, desde la asignación tradicional de activos hasta la inversión de impacto y las iniciativas filantrópicas, pero no puedo hacerlo sin el apoyo de mi equipo. Cuando comencé por este camino me pasaron las mismas cosas que le suceden a las personas que intentan algo por primera vez. Cometí errores, tuve buenas ideas con grandes intenciones, pero necesitaba orientación, así que empecé a formar mi equipo. Mi asesor de muchos años fue el primero en unirse, me orienta o aconseja cuando es necesario. A medida que la inversión de impacto se fue convirtiendo en un tema más importante para mí, el equipo fue creando una estrategia específica con el fin de asegurarse de que mis acciones estuvieran dirigidas a crear el mayor impacto posible. Sin su inestimable apoyo, posiblemente seguiría en la fase de tener solo buenas ideas y grandes intenciones.

¿Dónde debería centrar la gente su atención con respecto a sus inversiones?
La gente no suele darse cuenta de la importancia de invertir en las empresas adecuadas. Las empresas con buenos valores marcan la diferencia. La forma en que resolvemos los mayores problemas de nuestra sociedad es muy importante; además, es crucial para nuestro futuro que seamos conscientes de nuestras acciones económicas. Es necesario que exista una mayor conciencia del impacto que pueden tener las decisiones simples. Y la gente debe ser capaz de tomar decisiones sensatas sobre dónde centrar su atención al invertir o gastar el dinero.

He decidido centrar mis inversiones en áreas que respalden mis valores y creencias. Una sociedad democrática necesita igualdad de oportunidades, por lo cual un buen sistema sanitario, una educación de calidad y la igualdad de género son asuntos prioritarios para mí. Para tener una sociedad sana necesitamos un entorno saludable, por lo que la energía limpia, la transición climática y la rehabilitación de los océanos también son importantes para mí. Por último, la innovación social y tecnológica es clave. Es importante centrarse en introducir mejoras y reducir los daños, pero esto no siempre es tan fácil; requiere que salgamos de nuestra zona de confort y empecemos a pensar y actuar de forma diferente.

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